viernes, 20 de mayo de 2011

La posible diferencia entre postmodernidad, postmodernismo y postestructuralismo: una propuesta para la discusión

Para comprender la diferencia entre estos tres fenómenos, mi propuesta es que se tome en cuenta que cada uno de ellos se refiere a ámbitos diferentes: la sociedad y la cultura en el caso de la postmodernidad, el arte y la estética en el caso del postmodernismo, y el saber científico y filosófico en el caso del postestructuralismo.

Sociedad y cultura: postmodernidad

Se puede entender como el conjunto de cambios sociales, tecnológicos, culturales y económicos que, hacia la segunda mitad del Siglo XX, modificaron algunos rasgos de la sociedad moderna: por ejemplo, en economía se pasó de la economía liberal clásica al denominado neoliberalismo, la introducción de los medios de comunicación de masas (tv e internet) ha convertido al medio en el gran legitimador del mensaje, el conocimiento científico deja de estar anclado en grandes sistemas, etc. En síntesis, soy del criterio que la postmodernidad es un espacio sociocultural que muestra características diferenciadas a lo que la modernidad venía mostrando desde el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

Ejemplo:
En el caso de la oposición modernidad – postmodernidad, Hegel, quien plantea algunas bases para la concepción del estado moderno,


"(…) define al "pueblo" en relación con el "estado". Pueblo es una sociedad unificada por un lenguaje, tradiciones e historia comunes; mientras que un estado es una comunidad unida por una autoridad civil, política y militar. La diferencia se vuelve definitiva. El pueblo, podemos observar, es una colección de individuos, que permanecen unidos en virtud de un pasado común pero que no necesitan estar formalmente unidos por vínculos políticos. Por otra parte, un estado es un ente político integrado" (Durán, s.f., p. 49).


En la postmodernidad, esa concepción unificada del estado se rompe en favor de la disminución de la injerencia estatal. De esta manera, y de acuerdo con los postulados del neoliberalismo, el estado debe reducir su función al mero arbitraje entre las grandes compañías transnacionales. Así, se quiebra la idea de unidad estatal: ahora los intereses de las transnacionales obligan a un pueblo a diversificar sus idiomas, sus patrones culturales, etc.

Arte: postmodernismo

Por otra parte, el postmodernismo sería un cambio dado en los movimientos artísticos, que los lleva a oponerse al arte moderno (arquitectura, música, pintura, etc.) y a sus cánones.
Cronológicamente se podría datar antes de la segunda mitad del siglo XX. Por ejemplo, se atribuye a Federico de Onís el haber sido el primero en distinguir el postmodernismo en la literatura hispana. Y vanguardias artísticas como el Dadá, bien podrían ser consideradas postmodernas por su abierta oposición a los cánones estéticos del modernismo. Los manifiestos elaborados por Tristán Tzara son un buen ejemplo de cómo el dadaísmo se opone a toda la estética del arte moderno y, muy importante, a las concepciones artísticas del modernismo.

Ejemplo:
En el ámbito artístico de la oposición entre modernismo – postmodernismo, podemos ver la manera en que Tzara propone a Dadá

"Si a uno le parece fútil y si uno no pierde el tiempo con una palabra que no significa nada... El primer pensamiento que revolotea en esas cabezas es de índole bacteriológica: hallar su origen etimológico, histórico o psicológico, por lo menos. Por los diarios se entera uno que a la cola de una vaca santa los negros Krou la llaman: DADA. El cubo y la madre en cierto lugar de Italia: DADA. Un caballo de madera, la nodriza, doble afirmación en ruso y en rumano: DADA. Hay sabios periodistas que ven en esto un arte para los críos, y otros santos jesúsllamandoalosniñitos del día, el retorno a un primitivismo seco y ruidoso, ruidoso y monótono. La sensibilidad no se construye sobre una palabra; toda construcción converge en la perfección que aburre, idea estancada de una dorada ciénaga, relativo producto humano. La obra de arte no debe de ser la belleza en sí misma, o está muerta; ni alegre ni triste, ni clara ni oscura, regocijar o maltratar a las individualidades sirviéndoles pasteles de las aureolas santas o los sudores de una carrera arqueada a través de las atmósferas. Una obra de arte jamás es bella, por decreto, objetivamente, para todos.
La crítica es por lo tanto inútil, no existe más que subjetivamente, para cada uno, y sin el menor carácter de generalidad. ¿O acaso se ha hallado la base psíquica común a toda la humanidad?" (Tzara, 1963, pp. 7-8).

Como se puede ver, hay en esta propuesta una ruptura con cualquier intención de fijar en unos determinados cánones qué es el arte.

Ciencia y filosofía: postestructuralismo

Finalmente, el postestructuralismo puede entenderse como el resultado, en el ámbito del saber científico, principalmente en las ciencias humanas y en la filosofía, de la profundización de algunas de las tesis básicas del estructuralismo lingüístico (cuyo creador fue Ferdinand de Saussure) y del estructuralismo antropológico (cuyo precursor fue Claude Levi-Strauss). Se llama post estructuralismo porque, precisamente, autores como Foucault, Lacan, Deleuze, Barthes, Derrida, Althusser y otros, elaboran análisis de diferentes fenómenos culturales tomando en cuenta la no centralidad (o incluso inexistencia) del sujeto (con esto se oponen a la filosofía moderna), la preponderancia de las relaciones estructurales en la configuración de la “realidad” y, muy importante, se ocupan principalmente de lo que se puede llamar el orden de lo simbólico: discursos, instituciones, ideología; todos entendidos como formas particulares de lenguaje.

Ejemplo:
En el caso del postestructuralismo, cederé la palabra a Deleuze quien mejor que nadie explica qué es lo que comprende esta forma de saber:

"En verdad no hay estructura más que de lo que es lenguaje, aunque se trate de un lenguaje esotérico o incluso no verbal. No hay estructura del inconsciente más que en la medida en que el inconsciente habla y es lenguaje. No hay estructura de los cuerpos más que en la medida en que los cuerpos se suponen de algún modo que “hablan” con un lenguaje que hace síntoma, que es el lenguaje de los síntomas. Las cosas mismas en general no tienen estructura sino en la medida en que sostienen un “discurso” silencioso, que es el lenguaje de los signos" (Deleuze, 1972, p. 1).

Si bien Deleuze se refiere al estructuralismo en general, sus planteamientos son ya los de un “post” estructuralismo desde el que se pueden enfocar problemas propios de las ciencias sociales y de la filosofía.

Referencias bibliográficas

Deleuze, G. (1982). En qué se reconoce el estructuralismo. Historia de la Filosofía, ideas, doctrinas. Tomo IV, pp. 567-599. Madrid: Espasa-Calpe. Recuperado de http://es.scribd.com/doc/7321513/Deleuze-En-Que-Se-Reconoce-El-Estructuralismo

Durán, E. (s.f.). Nación y Estado: el concepto de Pueblo en Hegel. Recuperado de http://148.206.53.230/revistasuam/dialectica/include/getdoc.php?id=129&article=139&mode=pdf

Tzara, T. (1963). Siete manifiestos Dadá. Recuperado de http://29alabs.com/docs/tzara-tristan-siete-manifiestos-dada.pdf

3 comentarios:

  1. muy buen articulo amigo, justo lo que requería, saludos desde México!!

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  2. Te felicito, muy buen artículo. Salu2 desde Argen

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  3. Este artículo es fabuloso. Toca los subtemas que los temas planteados me interesan a mí. Gracias. Te doy la enhorabuena y te deseo que sigas investigando y actuando como docente. Se nota que eres muy inteligente y muy capaz de captar la realidad social e intelectual que plantean
    la postmodernidad, el postmodernismo y el postestructuralismo

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